TRES PRINCIPIOS BÁSICOS
SIMBIOSIS
Siempre se ha dicho al hablar de la evolución de las especies que solo sobreviven las más fuertes y las que mejor se adaptan al medio.
Estudios realizados por Kropotkin, naturista y biólogo contemporáneo
de Darwin, demuestran que esa teoría no es del todo cierta, y que son aquellas especies que más colaboran, las que se alían para cazar o construir, las que más posibilidades tienen de sobrevivir.
Basta con observar la naturaleza, ya sean los arrecifes de coral, las selvas tropicales o los desiertos, para darnos cuenta de que en el mundo natural se producen estos milagros a cada instante.
EN BUSCA DE UNAS PYPES DISTRIBUIDORAS MÁS FUERTES
“En lugar de haber un único gato, gordo y grande existirán varios gatitos delgados y decididos que trabajan juntos formando redes.”
Kjell A Nordström y Jonas Ridderstrale
(Funky Business Forever)
“Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que al hacerlo forman algo así como un misterio.”
Federico García Lorca
SABER MÁS...
El conocimiento desafía las leyes de los recursos físicos: no tiene rendimientos decrecientes, no se desgasta, crece con su uso.
Cuando se da, no se pierde, sino que todavía se posee y en base a lo anterior, la forma de explotarlo es compartirlo.
SER MÁS COMPETITIVO
Hace solo veinte años, existían multitud de fabricantes de maquinaria de todo tipo. Sus productos sin embargo eran muy similares. Cualquier técnico bien preparado en electrónica básica, mecánica e hidráulica podía repararlos.
En materia de riesgos laborales, las exigencias y la presión eran mínimas comparadas con las actuales. Las directivas y normas comunitarias eran incipientes. Comercialmente nos encontrábamos ante un mercado en expansión. Simplemente estar era prosperar. Había un hueco para todos y todos crecían.
Hoy los productos son infinitamente más complejos. Para poder atenderlos, se requiere de una información no siempre accesible.
Las aplicaciones han evolucionado. Las exigencias de todo tipo están al cabo de la calle. El número de oportunidades son menores. Los clientes están más informados. Las comunicaciones e Internet aminoran el tiempo y las distancias geográficas. Lo que antes era un conocimiento avanzado hoy ya ni siquiera se considera diferenciador. La accesibilidad, la rapidez, la personalización, la seguridad y la utilidad son los atributos de diferenciación de los productos y los servicios.
Apuntar mejor, estar más informado, conocer en detalle el estado de la técnica del producto/servicio, evitar la improvisación, la copia y tener costes menores parecen ser herramientas imprescindibles para no errar el tiro y averiguar ese nuevo “qué hacer”.