Con la asistencia de 145 personas, la Convención anual se llevó a cabo a caballo entre el Hotel Exe Boston y Riproman, este año con “la empresa familiar” como centro, en la que intervinieron Macarena Selva, Directora del Programa Master en Economía y Dirección de Empresas en San Telmo Business School, y Alejandro Ehlis, Director General del Grupo que lleva su apellido. La conferencia de despedida estuvo a cargo de Javier Sirvent, quien tomó como punto de partida la que ya impartiera en Vallromanes en el año 2017 a fin de comparar lo que entonces dijo que sucedería con la realidad, y ofrecernos una perspectiva de qué pasará en los próximos años.
Por parte de asociados y proveedores intervinieron Pedro Fernández de COSFERLA para presentarnos su TRENLA, y Eduard Moncunill de Nutriset para hablarnos de la ergonomía aplicada a los asientos.
Entre unas y otras, los asistentes se desplazaron en la tarde del primer día a las instalaciones de RIPROMAN en las que pudieron ver las primeras MB dedicadas a agricultura y espacios verdes, de los que destacaba un espectacular rodillo de nueve metros de ancho. También allí, un TRENLA y diversos equipos de pesaje de RAVAS.
El TRENLA sobresalió como una solución modular que tiene por finalidad automatizar la carga y descarga de grandes líneas de producción. Aunque parece proyectado para la industria del sector del automóvil su aplicación puede extenderse a cualquier industria manufacturera y de servicios logísticos.
De las presentaciones, el Gerente de la Central subrayó cómo en ÁTICA REDEX conviven dos generaciones en una. Reconoció no haber estado a la altura en los últimos años e informó de que este era el momento de hacer un reset, de volver a empezar. Para ello propuso un modelo en el que partiendo de volver a hablar con todos (asociados y proveedores) se redefiniera, rediseñara y reinventara todo el modelo utilizando la tecnología como facilitadora. Todo ello basado en tres pilares: la visión, las personas (equipo) y los sistemas y procesos.
Mezclando lo físico con lo digital, a lo que llamó Phygital, integrándolo con el fin de crear experiencias que tengan la capacidad de IN-FLUIR en la consciencia de todos, asociados y proveedores, generando una MOTIV-ACCIÓN centrada, coherente y enfocada para volver a preguntar, volver a escuchar y reiniciar el proceso una y otra vez hasta conseguir que la Central pueda dar el servicio soñado por todos.
Ángel García-Muñoz habló de la importancia de la integración como concepto. El equipo presentado por COSFERLA era un claro ejemplo en cuanto a esto. Por un lado, se ponen en marcha distintos equipos para realizar una misma tarea, por otro se integra la necesidad de un asociado con la solución que otro puede aportar. Algo parecido ocurrirá con la nueva carretilla triciclo sobre cuyo diseño trabaja la Central. Sobre un chasis fabricado por un tercero se integrarán distintos componentes pertenecientes a los proveedores de la Central: batería, asiento, desplazador lateral, sistemas de iluminación, gestión de flotas y quién sabe si en un futuro cercano, no se incluirá también la propia electrónica del conjunto.
Macarena Selva habló de las dificultades del proceso sucesorio, el mayor reto que afrontan las empresas familiares. De la importancia de planificar el legado a través de la formación, comunicando eficientemente y contando con la colaboración de todos los intervinientes. De cómo gestionar las diferencias desde la armonía, el respeto y el consenso.
Pero por encima de todo, trabajar duro para tener una empresa sana y suficiente. Una empresa que aleje el conflicto y genere motivación.
Alejandro Ehlis primero presentó su empresa. No comentamos nada porque a ella dedicamos un espacio específico en este número 25 de IMAGINE. Sobre el protocolo, su segunda presentación, definido como el “Acuerdo entre socios familiares, titulares de bienes y derechos que desean gestionar de manera unitaria y preservar a largo plazo, cuyo objeto es regular la organización corporativa y las relaciones profesionales y económicas entre la Familia y la Empresa” comentó que debe tener como objetivos: garantizar la unidad y armonía familiar, preservar la empresa y profesionalizarla. A él le precede la creación de un Consejo de Familia.
En la línea de lo explicado por Macarena apuntó que el Consejo de Familia tiene como finalidad educar, comunicar y planificar el futuro que desean los accionistas además de gestionar la relación entre familia propietaria y empresa. En cualquier caso, el Consejo de Familia deberá identificar los problemas que puedan surgir entre los miembros de la familia y con la empresa, con el fin de ayudar a resolverlos.
Alejandro destacó que en el caso de Ehlis “se acordó, con el objetivo de preservar la armonía familiar existente y profesionalizar el ámbito de la gestión, excluir a los miembros familiares de la posibilidad de trabajar en EHLIS, en especial a “los políticos” en clara referencia a maridos y hermanos.” No obstante, nos comentó que dejaron abierta la excepción a esta norma previa aprobación del Consejo de Familia.
En la encuesta realizada sobre el formato a utilizar en próximas convenciones se impuso la continuidad por un 67 a 33% y una periodicidad anual (74%). Es de destacar que de quienes apostaron por el cambio de formato, el 94% era partidario de hacer el encuentro cada dos años, tal y como se hace en Francia dentro del entorno de CAP ALLIANCE.
En dicha encuesta se recogieron más de cien ideas que ahora deben ser filtradas y tenidas en cuenta para futuras convocatorias.
Javier Sirvent, como ya anticipara, nos informó de que estamos cerca de llegar a conseguir energía ilimitada derivada de los nuevos descubrimientos acelerados por la Inteligencia Artificial. Esta se ha convertido en la estrella de nuestro día a día. La transición hacia una sociedad post-escasez, impulsada por avances en Deep Learning y de nuevo de la inteligencia artificial, prometen transformar radicalmente la economía, la sociedad y la existencia humana. Es ya un hecho que los robots empiezan a tener una gran presencia en procesos industriales hasta ahora reservados a humanos.
El valor de las cosas se está redefiniendo. En un mundo donde los bienes esenciales son abundantes y baratos, el valor económico se desplazará hacia bienes y servicios no materiales, como el arte, las experiencias únicas y la atención humana.
Las naciones ricas en recursos naturales podrían perder influencia, mientras que aquellas a la vanguardia de la innovación en IA y tecnologías de la abundancia podrían ganar poder, posiblemente dando lugar a una nueva forma de “colonialismo tecnológico”. Los estados tendrán que adaptarse.
Con las necesidades básicas garantizadas, la autorrealización y la búsqueda de significado se convertirán en prioridades. Esto podría dar lugar a nuevas filosofías y movimientos sociales centrados en el propósito y la contribución, modificando la hasta ahora conocida Pirámide de Maslow.
Las jerarquías basadas en la riqueza material podrían desvanecerse, siendo reemplazadas por estratificaciones basadas en la creatividad y la influencia. La educación se centrará en el desarrollo personal, la exploración creativa y la gestión de la abundancia, en lugar de preparar a las personas para carreras tradicionales. De nuevo aquí la IA tendrá un papel importante.
En resumen, la transición hacia una sociedad post-escasez nos planteará tanto oportunidades como desafíos. La clave para navegar en este futuro radicará en cómo elijamos utilizar la tecnología para dar forma a nuestro destino colectivo, priorizando la sabiduría, la compasión y una visión audaz de lo que la humanidad puede llegar a ser.
Segundo premio: GRUPO INFICAL
Segundo premio: CHAVANEL
Segundo premio: MOLDTRANS
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